sábado, 27 de marzo de 2010
Aquel Día
Aquel día triste angustiada me dormí,
en mis sueños a mi Dios explicación
le pedí, como es que a mí me amenaza
a oscuras vivir, después de tanta agonía
el no vendría por mí.
Desperté por la mañana y la luz encendí
había un letrero que decía, ellas esperan
por ti, dos rosas rojas nacieron, envueltas
en un suave velo, a polladas en dos helechos
estremecieron mi pecho.
Entre ellas una tarje tita, con dulces palabras
blancas, alimentaron mi alma justo cuando
agonizaba, ahí están cada día erguidas en su
hermosura, cambiando así mis penas, y mi
tristeza en ternura...
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4 comentarios:
Hola amiga!! Que bueno que ya estás devuelta, y por lo cual me alegro mucho que todo vuelva a su cauce normal.
Ya que siempre hay días opacos pero al siguiente día ya luce el sol...
En el poema de hoy bendices a esas dos rosas que caminan erguidas y te dan la luz necesaria para que la vida tenga diferentes colores...
Y cuando te hagas daño con una de las espinas, cierra los ojos y continua...que la vida es hermosa...
Un beso y un abrazo en un día que resplandece el sol aquí en Madrid.
María del Carmen
Bien volviste Gladys, tiene música tu poema y el aroma de las rosas, atravesó la pantalla y a mi llegó.
Espero que todo esté solucionado. Sé feliz, amiga, la vida está llena de rosas.
Un beso grande, grande
Bello poema donde las rosas alegran el corazón angustiado entregando su dulzura.
Un abrazo desde mi Galicia.
hola Gladys, he pasado por este precioso espacio, veo que has tenido que reposar por unos días pero ya estás bien, me alegro por tí!
te dejo un cálido saludo!
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